Cuando nadie pensaba que el punk podía darnos alguna alegría y que la provocación había muerto con la aparición de los Sex Pistols en TV, llegaron las Pussy Riot para escandalizar a la Rusia más retrograda y conservadora.
Sus performances criticando duramente a Putin y contra la religión empezaron a correr como la pólvora por internet, hasta que los altos poderes se hartaron y tres de ellas fueron detenidas y condenadas a prisión por escandalizar dentro de una catedral en Moscú.
Ahora están en prisión y todos debemos gritar FREE PUSSY RIOT, y una buena manera de gritarlo es con alguna de sus camisetas.
Sus performances criticando duramente a Putin y contra la religión empezaron a correr como la pólvora por internet, hasta que los altos poderes se hartaron y tres de ellas fueron detenidas y condenadas a prisión por escandalizar dentro de una catedral en Moscú.
Ahora están en prisión y todos debemos gritar FREE PUSSY RIOT, y una buena manera de gritarlo es con alguna de sus camisetas.